Hoy es el primer día del resto de tu vida
Tiempo.Valioso tiempo que siempre nos falta, que se va volando, que no alcanza y que en la mayoría de los casos aprovechamos poco.
Tiempo precioso que exige esta tarea de llevar un blog, facebook, twitter, Pinterest, web ¡Dios!... lo intento tanto como puedo en una necesidad de que tartarte llegue a muchos, de que algunos se conmuevan con una imagen, de robar una sonrisa con alguna de nuestras locas tartas, y en definitiva de que muchos se animen a intentarlo... no importa el qué, lo que empieza como un hobbie, como una pasión, por amor, por curiosidad, por inquietud puede convertirse en algo grande!!!! Ánimo!
Hay un dicho que dice que: "la peor diligencia es la que no se hace", no está de más intentarlo porque hasta que no empiezas no sabes donde va a parar.
Junio ha pasado volando, entre encargos, diseño gráfico, tartas, calores, nuestro aniversario de novios y los cumpleaños de tanta gente querida... parece un buen mes para nacer y celebrar por lo que no hemos parado de trabajar y esto hace que la actualización de datos, fotos y blog me tome ventaja, tanto que ya estamos en Julio? :)
Hoy el post viene cargado de padres y niños, aires infantiles para un padre de dos niñas, una fiesta de cumpleaños para la pequeña Alicia y un padre de familia aficionado al buceo.
La primera era una tarta cargada de amor, que bauticé la tarta de los símbolos, su chica le quería regalar a este padre en su 40 cumpleaños y rey de la casa, una tarta que reflejara su historia, sus niñas, perritas, mucho amor y sentido.
Para el segundo encargo hicimos 30 galletas para niñas y niños, Alicia se las llevaba al colegio para repartirlas entre sus amigos.
La receta de las galletas la tenéis en un post anterior, la decoración es el fondant.
De la primera resultó otra con el mismo aire pero muy diferente a la vez, para otro padre de familia amante del buceo y que bautizamos "Bucearte".
Para esta hicimos figuras modeladas con fondant y todos sus símbolos y detalles importantes en ilustración con fondant en plano.
Por entonces seguía trabajando a marchas forzadas, doblándome para llegar y con el tiempo que se me esfumaba sin apenas darme cuenta. Me pilló todo en medio de una mudanza, de un cambio de vida en el que quería que este proyecto permaneciera a toda costa así que seguía luchando contra el espacio, la falta de horas y la falta de sueño.
Por esos meses hicimos a uno de los dos padres llorar conmovido, a una niña sentirse orgullosa y feliz de su regalo en el colegio y entonces ya no importó el reloj, los minutos se convirtieron en sonrisas y los segundos en satisfacción.
Aquí van:
Os dejo con una frase para este mini post...
Cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado aquél en el que se pudo.
Marie von Eschenbag